jueves, 28 de noviembre de 2019

Un invierno, dos veranos y una noche

En un claro intento de recuperar un poco de la decencia planeada, he de admitir, en defensa de la larga ausencia, que he estado trabajando de nuevo. Sé que el propósito de este sitio es documentar más que nada mis esfuerzos como escritor, así que eso mismo haré, aunque en el acto se asemeje también a una vil excusa para no haber dado seguimiento al proyecto de Lunae Clarum.
En primer lugar, he de admitir que estos meses comencé a trabajar, tal y como lo advertí, en la segunda parte de Aries, la cual lleva por título Noctum, y la cual por cierto es todavía más larga que su precuela. Hasta este momento he escrito dos de las nueve partes de las que consta esta historia (no recuerdo haberlo plasmado aquí antes, pero tuve la manía de dividir cada entrega de la historia en nueve segmentos, se podrían considerar tomos de la historia misma). Esto pudiera parecer un avance menor, pero hemos de tomar en cuenta la extensión de dichas partes.
A continuación, una comparativa entre mis dos historias a la fecha.
Primeras dos partes de Aries:
   Palabras: 102,265.
   Páginas:   102.

Primeras dos partes de Noctum:
   Palabras: 200,973.
   Páginas:  240.
Como pueden observar, la historia es mucho más larga, además que sirve como prueba de la mejoría que he tenido como escritor a lo largo de los últimos siete años, y todo lo que esto involucra (cambio de perspectiva, madurez, llámenlo como gusten).
Este es el primer reporte de mi avance en esta historia, aunque también posiblemente sea el único en un tramo de tiempo, puesto que he decidido ponerme un pequeño reto como escritor, apenas terminando la segunda parte de Noctum.
Este "reto", por llamarlo de alguna forma, consiste en aprovechar el próximo mes de diciembre para realizar una novela, un tanto diferente a lo acostumbrado, y concluirla antes de que el mes lo haga. Una especie de NaNoWriMo personal, sin una calendarización, ni hashtags en Twitter para presumir avances (red social que, por cierto, me causa una indiferencia tremenda). Sólo por el gusto de una satisfacción personal, dedicaré el último mes del año a un proyecto cuyo nombre es "Un Invierno Y Dos Veranos".
Próximamente espero poder tener mayores avances al respecto, pues por lo pronto sólo hay preparativos, a fin de dedicar el mes que viene sólo a escribir.

Saludos, si es que alguien todavía lee este hueco olvidado en Internet.