lunes, 23 de abril de 2012

"Ten cuidado con lo que deseas...


... que se te puede conceder".
Esas fueron las sabias palabras que me dijo mi madre el día de hoy, luego de que me quejé por enésima vez de no encontrar esa primera oportunidad de empleo que tanta falta le está haciendo a mi vida (sí, por el momento soy un maldito "nini"). Pero ¿Por qué motivo respondió ella así ante mi súplica por justicia divina, cuando veo que un pelele que no estudió tiene un puesto elevado y yo no consigo nada? Simple: hace un tiempo cometí la tontería de decir que me faltaba tiempo para mí, que los papeleos de la escuela y la finalización de las residencias profesionales me estaba robando por completo la vida, y que quería un respiro para retomar mis proyectos en aquel entonces detenidos indefinidamente (llámese blog, novela incompleta, sueños sin terminar, etcétera... pretextos de una fase emo para no querer trabajar).
Hoy, por estúpido y cómodo, noto que tengo más de tres meses detenido indefinidamente "en la banca", esperando la primera oportunidad de la que en un principio renegué, argumentando que necesitaba ese tonto tiempo para mí, el cual en efecto ocurrió, pero no de la manera en que esperaba: siendo una persona acostumbrada a estar hasta el cuello de estrés, terminé acostumbrado a mi cerebro a trabajar a marchas forzadas, por lo que al tener el exceso de tiempo libre que da 24 horas libres de todo y de todos simplemente colapsó. Dejé de pensar, de tener las ideas que antes clamaban por el momento justo para ser escritas, de describir esos paisajes y situaciones que me pedían llegar a ser creados. Triste pero cierto, y la prueba está en la poca actividad de este blog: la magia (si es que hay alguna en mí) se extinguió, dando paso a un tedio tremendo, que no ha hecho más que intentar romperme la cabeza desde el interior.
Hoy, las palabras de mi madre entraron en un extremo de mi cerebro y lo sacudieron desde adentro, dándome a entender por fin el significado de una frase tan simple, que tal vez consideremos algunos sin gracia, pero que es cierta.
Ya saben, si a algo hay que tenerle miedo... es a tus deseos, algún día se pueden hacer realidad y mostrarte la cara que no vislumbraste en un principio.

PD: Esta es una entrada corta para no perder la costumbre, y para advertir al mundo sobre un mal tan grande. Me agradeces luego, o me llamas para poder decirte "te lo dije".,