lunes, 2 de mayo de 2011

Un momento en la vida




Todos nos encontramos en cierto punto en nuestras vidas, cierto momento inevitable en el que no queda marcha atrás, sino solamente el aire a nuestras espaldas de lo que una vez fue y lo que no encontramos, así como de los momentos felices y lo que disfrutamos. Se le llama pasado, las vivencias que tuvimos y nos negamos a tener, el hubiera y el hubo, pero el "ya pasó" al fin y al cabo. En ese momento ya no importa; vemos que hemos avanzado hasta el punto de no retorno, que lo que fue allá se queda, y lo que es, no lo será dentro de poco. Pero no debes preocuparte, sino solamente seguir caminando, pues caminando es como la vida se va y como se disfruta en realidad.
Vivimos en un eterno ciclo de bienvenidas y despedidas a partes iguales. Un día conoces al amigo entrañable, al hermano del alma, al amor de tu vida, pero un momento es suficiente para darte cuenta que lo eterno es efímero, y que esa persona que juró estar a tu lado se ha ido. No temas, la vida es así y así será; guarda con amor el recuerdo de esas personas que comparten el camino contigo por un tiempo, y continúa, nuevos retos y personas te esperan adelante, para formar lazos y llevar al extremo este festín de sentimientos que es el vivir.
Muchas cosas ocurren, tanto de dicha como de frustración, ¿Pero qué sería vivir sin un par de tropiezos? El sendero de la vida se disfruta solamente una vez, y no podemos sentirlo a plenitud si no tenemos también una caminata por el camino espinado, entregándonos en sacrificio para una ofrenda personal, en la que las recompensas no son de nadie más que de nosotros, siendo, la más valiosa, la experiencia.
Así es vivir, y así debes de aprender a amarlo. En la calma y en la tormenta. En el amor y en el odio. Los ciclos van y vienen, y el único que permanece eres tú, listo para cada embate, con la sonrisa en alto y el corazón latiendo. Tal como ayer y como hoy, disfruta cada instante, porque un segundo perdido no se recupera nunca.
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¿Por qué escribí esto ahora? No tengo la menor idea, simplemente me puse frente a la computadora y comencé a teclear. Me gustó, y es la entrada de hoy. Disfruta tu vida, y por el amor de Dios, deja disfrutar a los demás.
Un saludo de su amigo Aysen Silverseeth. Nos leemos el miércoles.