domingo, 17 de julio de 2011

Zoológico humano: el topo

Ayer iba a escribir algo, lo juro, pero simplemente desde que comencé mis residencias profesionales el tiempo se me escurre de las manos como nada... ¿No les había contado? Dentro de cuatro meses dejaré de formar parte del tierno y poco productivo sector estudiantil, así que me encuentro en el trágico final: servirle, prácticamente de manera gratuita, a una empresa... pero esa historia se las contaré en otra ocasión. Hoy tenemos otro tema importante a tratar.
Ya sé que hace tiempo que no critico sin consideración algo, ¿Pero qué creen? He vuelto a las andadas, y con nada más y nada menos que un tema con mucha tela para cortar. Pero no comas ansias, pequeño curioso, es mejor que lo tomes con calma, porque de una vez te digo que la crítica habla de un tema que ya llevó bastante tiempo tratando en las pocas apariciones que he tenido en el blog luego de mi medio cambio de vida: la literatura, aunque más específicamente, la literatura novata, aficionada, o como se dice en la nueva era, los fan fics. ¿Te suena interesante?
Dentro de este universo hay infinidad de tela donde cortar, yéndonos desde los más grandes escritores y grandes promesas... hasta otros tristes casos difíciles de mencionar. Digo, no soy una persona inflexible, sé que hay que pasar por muchas fases antes de ser un escritor medianamente decente, pero hay ocasiones en que las cosas se tornan demasiado turbias para mi gusto, detalles que van desde un pequeño error de ortografía que cambia un contexto, hasta disparates que harían quedar a un filme de Tim Burton como algo completamente coherente (con la pequeña diferencia que este tipo de historias novatas, en su mayoría suelen ser un asco).
Me gusta criticar historias en foros de aficionados, desconozco la razón. Sé que no es por el placer morboso de destruir las ansias de gloria del próximo Poe, ni por robarme ideas de esos escritos tan llenos de "originalidad" (pongámoslo así: originalidad es a fanfic genérico como cerebro es a piedra). No, simplemente me gusta ver la capacidad de chicos de mi generación con la misma inquietud que yo hacia la literatura (queda descartado todo imbécil que lo haga "pk ez 1 joBvy i nd +", porque si has de hacer las cosas, mínimo hazlas bien), o llámenlo como quieran.
Estando en un par de dichos foros por cerca de dos meses, me he dado cuenta de la "fauna" que habita esa clase de ecosistemas (sin querer insultar a nadie, todos somos animales), y es precisamente lo que he elegido criticar hoy, una de las muchas especies que podemos encontrar ahí, ¿Qué opinan?

"Audio recomendado mientras leer esta clase de entradas (descansa en paz Steve Lee, dondequiera que estés)"
Este primer tipo de animal no es más común que el clásico adulador de quinta que quiere sobresalir a base de lamer traseros ajenos o el fósil que tiene un par de años publicando, y que ya se siente dueño y señor de ese ínfimo pedazo de la red mundial. No, es un poco más raro de encontrar, pero suele haber, mínimo, uno de esta especie en cada foro de escritores (si has detectado más de uno en tu sitio predilecto, te recomiendo huir inmediatamente del sitio y negar todo nexo con él). Son raros, pero tomaron la extinción como un reto personal, y parece que en últimas fechas han crecido (lo adjudico a esos intentos del demonio que sueldo subir el orgullo de personas sin talento, llámese facebook, twitter, etcétera). A falta de un mejor término, les denominaré topos, porque nada más se preocupan por hacer su trabajo mientras llenan de tierra a los demás, ¿Te has sentido aludido?
Un topo es todo aquel usuario de un foro con una mediana capacidad para escribir en un foro (ésta va desde saber darle golpes al teclado a lo imbécil hasta la capacidad de robarse las ideas de alguien más, confundiendo la creatividad con una mala memoria para recordar autores) y que cuenta con el tiempo libre suficiente para desarrollar una trama aceptable por un profesor de primaria, esos que sólo califican que tenía inicio, cuerpo y final. Gracias a la burda ilusión de creerse ya un experimentado escritor por la experiencia adquirida, nuestro animalito va forjando una actitud de sabelotodo, y peor aún, decide ser la luz de otros en el duro camino de la literatura (que al día de hoy es tan duro como una almohada, pero bueno...), y se inscribe a un foro, en el que los mortales podrán regocijarse con el fruto de su esfuerzo (o del tiempo libre que otorga la carencia de vida social... generalizando), además de poder servirse de los conocimientos del próximo premio Nóbel, el Sr. Topo.

"Respétalo, él hará que tu mugrosa historia sea digna de ser leída"
Bien, eso es lo que esta especie cree que es para nosotros. En realidad, el topo es una monserga erguida, molesta como un salpullido en ya sabes donde, que tiene de sabio lo que yo de famoso (topos del mundo, ya saben como ser sabios, ¡Háganme famoso!). Apenas se digna un humilde prospecto a cuentista a publicar su primera obra cuando ya tiene al animal encima de él, castrando la vida con un comentario que, dada su basta experiencia y capacidad intelectual, sigue más o menos esta plantilla:

"FulanitoX {Coloque aquí nombre del autor}, a tu historia le falta... {inserte aquí comentario sin gracia, muchas veces ni siquiera acorde a lo que es la historia o a sus errores}. Seguiré leyéndote {traducción: que te lea tu madre, yo sólo estoy buscando fans. Nótese la carencia de una solución o recomendación}.
Por cierto, pásate a mi historia, te encantará {osea: no sirves como escritor, mejor sé mi lamebotas, no quiero verme humillado, ¡Pero te suplico que me leas!}."
Comentario de Topo41 sobre la historia de cualquiera.

Lo más triste es que ahí no acaba la historia. El colmo del topo es la absoluta negación a toda opinión ajena a su cabeza. En su tonto mundo, lo que él dice es una verdad absoluta, y no podrás hacerlo desistir de lo que sea que este alegando sin argumentos. Si alguna vez te topas con un especímen de éstos, lo más seguro es la negación, ignorarlo por completo, y continuar con tu labor como si nada hubiese ocurrido.
Lamento la poca frecuencia de entradas, me encuentro cambiando de vida. Algo tengan por seguro: Lunaeclarum no va a morir... todavía.
Saludos.