miércoles, 13 de abril de 2011

Revisión a In Paradisum

Hoy no tengo muchas ganas de criticar, y como en criticar se va el 90% del blog, hoy he decidido variar un poco la temática y hablar sobre música (música que sea digna de llamarse música, desde mi muy particular punto de vista). He encontrado en infinidad de páginas un formato que me gusta bastante cuando voy a adentrarme en la aventura de escuchar un nuevo grupo o disco (si no lo sabes, me decanto totalmente por el rock y el metal, en casi todos sus subgéneros), y que, como si fuera una receta de cocina, hace que se me antoje escuchar lo que mencionan. Por lo mismo, hoy voy a hacer la revisión denominada "tema a tema" de un disco que obtuve hace poco tiempo, y que me ha parecido digno de ser analizado aquí en el blog. Metaleros, bienvenidos. Gente que no sabe de música pero quiere saber, bienvenida a un provechoso menú gourmet de placer para los oídos. Bien, comencemos.

Esa flor de lis en el nombre no me da buena espina...

"In Paradisum"
Grupo: Symfonia

Introducción: Como todo fan de Stratovarius, Angra, Helloween, Sonata Arctica, Shaaman, Masterplan, Evergrey, Kotipelto y los trabajos solistas de André Matos, esperaba con altas expectativas este trabajo, en el que cinco ex miembros de las anteriores bandas unían fuerzas para salir avante en la difícil industria del metal, que los había mandado al diablo por x o y razón (la única segura es que a Tolkki lo sacaron de sacaron de Stratovarius por maníaco... corrección, el sacó a todos, luego ellos formaron otra banda y él les regaló el nombre anterior, ¿Luego quién es el maníaco?). Timo Tolkki, André Matos, Uli Kusch, Jari Kainulainen y Mikko Härkin decidieron salir de las sombras de los grupos que los echaron, y reunirse en un súper grupo que les borraría el estigma de ser solamente "los que botaron". Ese fue el plan que antecedió a In Paradisum, una obra sin precedentes creada por gente sin precedentes... hasta que salió a la luz.
Tema a tema:
  1. Fields Of Avalon: ¡No puede ser! ¡Volvieron a sacar Will The Sun Rise?! Oh espera, ¡Es otra canción! Timo Tolkki intenta vendernos una buena canción del pasado con otro nombre y otra voz, pero conserva completamente el estilo de la mencionada y muy famosa conocida canción de Stratovarius. Los cambios le hacen bien, la mejoran, pero no dejo de pensar que estoy escuchando una nueva versión de lo mismo, con el sello característico que imprimió uno de nuestros maníacos favoritos a la banda que dejó atrás. No pudo cambiarlo en Revolution Renaissance, y no pudo hacerlo en este disco. Buen tema, pero no aporta nada nuevo. Es una prueba de que lo clásico funciona, y de lo que Stratovarius sería si cierto Drama Queen siguiera en dicha agrupación.
  2. Come By The Hills: Esta canción es lo que hubieran obtenido si cruzaran Black Diamond con S.O.S. (otros dos éxitos del señor Tolkki), o sea, más Stratovarius, mejorado, pero Stratovarius al fin. No me malinterpreten, es una gran canción, André Matos le da un gran aire y los teclados son geniales, pero siento que este es un platillo que ya comí hace muchos años, y esperaba repetir, sino algo nuevo que me sorprendiera. No puedo decir mucho del tema, si has escuchado las dos canciones citadas, ya te sabes la fórmula ganadora de Come By The Hills: grandes teclados, ritmos contagiosos y un estribillo que se quedará clavado en tu cabeza por largo tiempo.
  3. Santiago: Extraño nombre. Por primera vez nos encontramos con un inicio que no nos hace recordar bandas pasadas, pero luego se rompe el encanto un momento, cuando la voz de Matos entra en escena y sentimos los versos algo nuestros, como conocidos pero a la vez indeterminados. Una sensación extraña nos invade al escuchar el "Santiiiiaaaagoooo" en el final del estribillo. Un muy buen tema, con algo de rastros de Sonata Artica y los trabajos solistas de André Matos. Todo va bien, hasta que de pronto se corta la rapidez del tema, entrando una tonada lenta que convierte el tema de nuevo en la cruz del disco: ¡Más Stratovarius! ¿Qué Tolkki no dejó que lo ayudara nadie a componer? Supongo que amenazaba con marcharse si se atrevían a opinar (a nadie le sorprendería).
  4. Alayna: La primera balada del disco, que no sé porque, me recuerda tanto a Angra. Aquí deja en claro Matos que todavía tiene voz para rato, mostrando en la falta de instrumentación ostentosa una clara tonalidad de las notas. Tiene también cierto parecido con aquellas hipnóticas melodías de un temprano Stratovarius (¿Qué raro?), aunque no logra llegar a los talones de la bella Forever, la mejor balada que Tolkki pudo haber escrito. Pasa sin pena ni gloria, sinceramente llega a aburrir un poco.
  5. Forevermore: Desde que inicia, encuentro cierto parecido con Speed Of Light, y ya no sé si sea mi predisposición a lo que escucho o si es real. La canción se va poniendo interesante, cambia un poco del molde, escuchamos unas guitarras tranquilas con una batería acorde y a Matos dominando la situación con voz tranquila. Un estribillo feliz y con agudos bastante buenos nos remonta a una buena situación, hasta que, llegado el final, André grita el título de la canción al más puro estilo de Distant Skies... lo siento, sigo encontrando demasiados parecidos en estas nuevas e innovadoras canciones. No es un tema malo, simplemente obedece la fórmula ganadora y ya.
  6. Pilgrim Road: Wow, otro inicio que no me recuerda a ninguna canción específica, pero la espinita sigue allí. Luego un sonido bastante agradable inicia con la melodía, mostrando a un grupo maduro que sabe lo que hace y que encuentra un buen complemento como una unidad, fundiendo bien los elementos de la canción, llevándonos a donde quieren con una melodía hipnótica. Llegamos al estribillo, donde nos percatamos que no ha acelerado la canción, lo cual es agradable. Incluso el solo me parece acorde a la melodía, y el grito de André Matos me remonta a sus anteriores trabajos, pero no por ser un plagio, sino por el sello personal que pone a sus interpretaciones. Un buen tema, que sale del molde y da indicios de lo que puede ser Symfonia si se libra de la sombra de sus ex grupos, en especial del ya mencionado hasta la saciedad.
  7. In Paradisum: ¡Revolution! ¡Evolution! ¡Revolution Renaissance! Esperen, esta es otra canción, y en lugar del épico coro anterior, se limita a cantar ¡Ahaha! ¡Ahaha! ¡Ahahahahaha! Pero sigue siendo el mismo ritmo ya probado y exitoso. Tolkki es oficialmente la mejor persona para plagiarse a sí mismo, ahora más de una vez. El inicio de In Paradisum sigue el mismo ritmo de Revolution Renaissance, el tema que cantara Michael Kiske en el primer disco del grupo homónimo, luego de que la Drama Queen Tolkki huyera de Stratovarius con los temas de su próximo disco. Pero esa tonada ya se había usado previamente, en una de las canciones que salieron a flote a aquel par de discos llamados Elements. Me refiero a Soul Of A Vagabound. Basados en ello, han creado un buen tema de larga duración, que no te aburre en lo mínimo (excepto la parte en que unos niños hablan... completamente innecesario) pese a sus casi 10 minutos, especialmente si has sido fanático de la carrera musical del señor Tolkki, y como yo, encuentras a cada momento fragmentos de sus éxitos. Para muestra, he de decir que el estribillo me recuerda la canción Elements, del disco homónimo, aunque me gusta más cantada por Matos que por Kotipelto.
  8. Rhapsody In Black: Debo admitir que en los primeros dos segundos pensé que iba a comenzar I Was Made For Loving You de Kiss, pero se corrigió de inmediato, convirtiéndose en un fantástico tema, en definitiva el mejor del disco, a mi humilde parecer. Fuera de los moldes anteriores, el tema aprovecha la capacidad vocal de Matos, muestra buenos arreglos de teclado y una batería que se funde con los acordes de guitarra que, aunque parecen simples, le dan el aire idóneo a la melodía. El estribillo es difícil de olvidar, ¿Pero para qué quieres olvidarlo? Espero que este sea el camino por el que Symfonia continúe, para que podamos encontrar un verdadero grupo nuevo, no un compendio de temas anteriores.
  9. I Walk In Neon: ¡Black Diamond ha vuelto! Un tema rápido que de inmediato recordará a los viejos escuchas la que posiblemente sea la más conocida canción del anterior grupo de Timo Tolkki. Más tranquila que su predecesora, es de fácil escucha y bastante agradable al oído, en el que notamos que a Matos se le dan las melodías de verso tranquilo y levemente aceleradas en el estribillo, donde puede hacer gala de sus agudos a placer. Otro buen tema, siguiendo un hilo que debió comenzar desde el primer tema, no como penúltimo.
  10. Don't Let Me Go: Hemos llegado al final de la producción. Una canción con cierto aire country, con un Matos cantando triste, acompañado por una guitarra que comparte su sentimiento. Definitivamente supera a Alayna, mostrando un sentimentalismo nuevo, como si por primera vez alguien metiera las manos en la composición, fuera del ya choteado estilo de Tolkki. Unas cuerdas ocasionalmente acompañan la melodía, mostrándonos con esperanza que Symfonia puede dar resultado, que puede trascender, tal vez llegar algún día a ser lo que sus antecesoras fueron.
Luego de escucharlo, quedamos con una sola pregunta en la mente: ¿Irá a durar esta agrupación? Sus miembros se distinguen por crear proyectos cada vez que se cambian de ropa. En solitario, a todos le ha huido la fórmula mágica para volver al éxito que una vez acariciaron con sus famosas agrupaciones. Solos, abandonados por sus ex compañeros, han encontrado en este disco una esperanza de volver a ser alguien. Personalmente creo que podría funcionar, si crean más canciones como Rhapsody In Black y menos copias de Black Diamond, pero para eso hace falta tiempo y experiencia. Pudieron haber metido algunas composiciones al puro estilo de André Matos, como Letting Go o How Long, o una combinación del estilo de todos (de cualquier forma, todos provienen de grupos de Power Metal, no sería muy complicado). Sí, recomiendo el disco altamente, pero bajo la advertencia de que casi no posee originalidad. Fuera de eso, encontrarás grandes temas, de varios ritmos y velocidades, que te harán recordar porque amas este género.
Por hoy me despido, esperando que este pequeño cambio en el blog les haya agradado. No será siempre, pero alguna que otra vez sucederá... cuando la situación lo amerite.

PD: Siempre sí tenía ganas de criticar, pero no lo de siempre.
PD2: No tengo nada en contra del gran Timo Tolkki, de hecho lo considero un gran músico, pero es demasiado melodramático.
PD3: La piratería es un delito, blah, blah, blah...
PD4: Lunaeclarum es un sitio con simpatía por el rock, el metal y todos sus subgéneros... con sus debidas excepciones.