miércoles, 29 de diciembre de 2010

Otro tiempo de versos

Luego de pensar en el tiempo que he dejado pasar al blog sin recibir una pequeña dosis de literatura, aunque fuese la más pequeña, he decidido dedicar el día de hoy a mostrar un pequeño poema, sumamente sencillo, del cual no daré la descripción que suelo dar sobre su contenido. Creo yo que es de fácil digestión, al menos en sus puntos fuertes. Prometo volver otro día con algo de narrativa, algo que está todavía más olvidado que los versos.
Sin más, y luego de un cansadísimo día, espero que sea de su agrado, o un tema interesante de discusión.

Rosacruz
Pétalos mecen mis puntas,
3 filos, una flor, y el recuerdo
de una noche, de un exhalo
en el cobijo de lo incierto.
Abrazada con tus espinas,
a mi pecho fielmente guardada,
esperas la fe, el renacimiento,
el final de ésta ínfima alborada.
Ave rosa en perpetua agonía,
heme aquí, ecuánime,
¿Qué esperas para destrozarme?
sé el vino, el pecado, ¡ámame!

Hacer el amor eternamente,
entre símbolos apócrifos y paganos,
con el sueño como amante
y en cada día un año.
Gnosis y redención enamoradas,
el misterio de una hoja disipada,
como un poeta que jamás habló:
“ésta vida es otra, destrozada”
Soy la cruz, y tú la rosa
atrás los días incomprendidos
abrazados aquí en el enigma
de los hechos perdidos.
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¿Le entendieron? ¿Les gustó? ¿No es algo sumamente sencillo?