Bueno, hace ya bastante tiempo que no mostraba al mundo otro de mis poemas, por lo que hoy he decidido publicar uno más, que si bien ya es algo viejo (como de hace unos tres años), no me atrevo a publicar una serie que escribí hace poco, en año nuevo para ser exacto (día aburrido de festejos... ¿Qué puedo decir), porque siento que le falta algo. No sé el motivo, pero tengo la sensación de que, a pesar de que he mejorado en algunos aspectos de la ortografía y la gramática, me gustan más los escritos de antes que los actuales, en lo que a poesía se refiere.
Bien, he aquí un ejemplo de esa poesía de antaño, en las épocas que le buscaba sentido a las cosas de una manera un tanto retorcida, intentando encontrar raciocinio en la locura y sentimientos que las personas solemos ocultar, pero que no por ello carecen en nuestros corazones. Este es posiblemente el mejor ejemplo de ello. Tengo la mala costumbre de dar una pequeña introducción a mis poesías, lo que posiblemente le quite el sabor al lector de averiguar su contenido, pero mientras supero ese mal seguiré cometiéndolo. El escrito habla de la tentación, vista desde varios puntos de vista (has de saber que en gustos se rompen géneros), desde la depravación y el sadismo hasta los más simples pero pecaminosos... es una invitación a que, como dicen vulgarmente, "te pongas el saco", y te descubras un poco; recuerda que no todo lo que te niegas es malo, a veces es simplemente el punto de vista de alguien más.
Para representar este pensamiento, he elegido al mismísimo ángel caído de la tentación. Muchas veces no sabemos si es él esa vocecita que te incita a cometer un pecado... o eres tú mismo dejándote llevar por un impulso. En la elección está el placer, pero también la condena.
Gadereel
He caminado en ti, te tocan
mis uñas retorcidas en la mente
que, apuntando al alba lloran
y renacen mientras no sienten.
Reflejo de cuernos y pezuñas
en un relicario de serpientes
donde, sinuosas se extienden
a las aras de aquel que cayere.
¿Por qué el destino me guarda?
En un estuche de pecadora peste
¿Por qué, entonces, no me añora?
Si soy todo lo que quiere.
Gritos sofocados, almas en penumbra,
besos de ceniza en la frente,
sangre en las manos, dolor y zozobra,
toda pesadilla queda pendiente.
Sombra de las sombras, un todo
soy las alas que se extienden,
rotas, heridas, pero con disfraz por alma,
a un mañana que se extiende.
7 sellos en una runa criticada
son refugio de mi hecho ardiente,
espero mi luna, que amor de mi vida,
me dé libertad, pasión, y muerte.
Soy eclipse de tu desnudez
esperando velar tu suerte,
deja tu vicio y húndete en el mío:
risas, placer, y dolor inerte.
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Antes de despedirme, tengo que dar unos cuantos avisos. El primero es que la página ya está en vísperas de concluir la publicación de Nostalgia (quedan dos semanas más). He de decir que ya me encuentro trabajando en la historia que suplirá su lugar como entrada los viernes, es una historia mucho más sencilla en torno a la misma historia de mi enorme trauma, pero que será sencilla de comprender para cualquiera, además de no requerir el mínimo conocimiento del universo en que está basada. Es una precuela a Nostalgia, en la que me estoy esmerando mucho y que espero sea de su agrado... iniciará el 25 de febrero. ¡Avísale a todos los que conozcas! (un poco de promoción no le hace daño a nadie...).
El segundo punto consiste en una noticia intrascendente que tengo ganas de decir: he vuelto a una página de escritores, y sinceramente estoy sorprendido con la calidad de la mayoría de las historias del sitio. No esperaba encontrar uno que otro escrito decente entre tanto fanfic molesto de Naruto combinado con Crepúsculo... pero ocurrió. Eso ameritará una entrada próximamente. Por cierto, he elegido un nuevo seudónimo para publicar ahí, un anagrama de mi nombre real que me ha gustado bastante, y he comenzado a publicar Nostalgia bajo ese seudónimo. Te reto a que descubras en que página y bajo que nombre estoy publicando, ¡Es un buen pasatiempo para un momento de ocio!
Cuídense, nos leemos pronto