martes, 19 de octubre de 2010

Introducción a un sueño

Simplemente me es difícil centrarme en un objetivo. No sé porqué. Tal vez algo dentro de mí tiene un poco de déficit de atención (Dios me libre) o más normal: soy perezoso. El caso es que tengo severos problemas para serle fiel a una idea el suficiente tiempo como para verla concluida. Lo hago, pero no en el tiempo debido o siguiente un lineamiento continuo. Hay un argumento que alimenta mi conformismo barato: no soy el único, habemos miles de personas con más tareas que sentarnos a escribir, a algunos incluso se nos complica encontrar unos cuantos minutos para darle continuidad a ese escrito que ruega en silencio por un final... son tantas las cosas como los pretextos, pero muy pocas salidas.
Desde que comencé a coquetear con la escritura tuve en mente una historia. En un principio una típica historia de novato sobre un chico simple y sus simples aventuras, que fue pasando por varias reediciones hasta convertirse en mi proyecto más largo y ambicioso, aquel que no me da permiso de morir hasta verse concluido: Aries. Se trata de una extensa novela, mucho más elaborada, que narra (a grandes rasgos y sin echar a perder la historia) la vida de Falcon Silverseeth, un chico común y corriente, cuyo único rasgo sobresaliente es su necedad de querer lograr las cosas. ¿Suena común? Este resumen tan improvisado no cuenta absolutamente nada de la historia ni lo desea contar (eso será para otra ocasión). Aquí hablaré de la historia detrás de Aries, todo los cambios que ha pasado desde el 2003 (año en que nació la idea) hasta la actualidad (porque aún le queda mucho por delante).
La primera versión fue escrita en menos de un mes, en un pequeño encuadernado hecho a mano con hojas sueltas al que llamé llanamente "Destino". En ellas se contaban los primeros años de vida de Falcon (nombre que, por cierto, ha permanecido intacto a lo largo de los años), desde que despierta un día sin recuerdo alguno a la edad de cinco años, hasta los 16 que ha terminado su aventura en el Otro Reino (un sitio alterno a la tierra, congelado en la época de las grandes civilizaciones). Mi caligrafía de aquel entonces hace complicado el entender la trama, aunado al hecho de que alternaba los colores de pluma rojo y azul entre hoja y hoja. Utilizaba conversaciones de tipo guión y la redacción es mala, pero lo guardó celosamente más que nada por tratarse del primer escrito oficial que realicé. Como dato curioso, admito haber creado esta historia con el propósito de transportarla al ámbito de los videojuegos (más concretamente a lo que tenía al alcance en aquel tiempo: el RPG Maker), por lo que en esta primera versión es sumamente obvio el manejo de las aventuras como si se tratase de una guía más que de una historia. El "jefe final", como puedo llamarlo aquí, no era sino Falcon mismo, que no era capaz de controlar el poder obtenido en sus aventuras.
Luego de ver la imposibilidad de transportar la historia a un juego (una larga historia relacionada con los Radical Dreamers, un grupo desarrollador al que pertenecí hace mucho tiempo, y del que pienso hablar alguna vez), opté por hacerle un par de cambios y adaptarla a modo de novela. Así surgió la segunda versión, a la que llamé "Suerte Y Destino", debido a que esas dos fuerzas tienen una gran importancia en mi historia. Ahora no fue uno, sino tres pequeños libros los que hice, adaptando y alargando el argumento de la versión original para que tuviera más sustancia. Estos libros se distinguen de los demás porque son los únicos que tienen dibujos hechos por su servidor (unos buenos, otros malos... y la mayoría pésimos), y porque tenían una serie de frases de mi autoría en la parte superior de algunos capítulos. El final no era lo más impresionante que podía haber, y fue el detonante de lo que vino después. Esta vez el enemigo era alguien mucho más poderoso que Falcon, el ser que manejaba su vida desde las sombras: un sujeto conocido simplemente como "el amo del destino".
La tercera versión fue un alargamiento de la historia, haciendo pequeños cambios a los primeros tres libros para que admitieran esta extensión sin que se viera forzada. La cantidad de historias totales fueron ocho, y los temas variaban con cada una, aportando algo nuevo a una trama que comenzaba a verse compleja. Por ejemplo, un detalle que parecía no tener importancia en algún libro podía ser el motivo que detonara la historia de otro, o una charla sin motivo aparente, contenía información valiosa sobre eventos posteriores. Esto mostraba que, conforme yo crecía, iba tomándole gusto a las tramas complejas, y mi "vastago" estaba asimilando todo esto. Por fin la historia tenía un final decente. Ahora el enemigo a vencer era una leyenda antigua acerca de una línea de elegidos (muy clásico, ya sé), y su consecuente línea de enemigos que la equilibraban.
Pese a ello, duró unos meses para dejar de convencerme. El mundo que había creado era demasiado grande para desaprovecharlo en una simple leyendita urbana. Un par de historias finales eliminadas, un retoque a algunas otras, y estaba lista la historia para un cambio radical. Esta versión (la cuarta ya), se llamó "Apocalipsis", ya que comencé a jugar con mensajes de la biblia, y más concretamente, aquellos del libro de la revelación. Para hacer más sencilla la lectura, "comprimí" las historias en pequeñas trilogías contenidas en libros, los cuales tenían un nombre simple que definía al trío completo. Así, las doce historias se convirtieron en cuatro libros: Génesis, Revelación, Apocalipsis y Renacer. Por vez primera, Falcon perdía el protagonismo absoluto, dando paso a la vida de otros personajes, todo bajo una súbita idea que tuve: todos podemos hacer grandes cosas. Aquí el principal enemigo era el antiguo rey de Mesopotamia (sí, la civilización, también metí aspectos reales), que buscaba una manera de realizar un pacto para poder descansar en paz.
Sin embargo, y pese a que me agradó en sobremanera la historia como estaba, en el 2006 quise hacer algo más por mi historia. Dividida ahora en tres grandes segmentos llenos de aventuras, y bajo el nombre de "El Ciclo de la Existencia", la historia ahora nos mostraba un lado más oscuro de la vida. Las tres partes eran un simbolismo de la madurez, siendo la primera un mundo perfecto e infantil, la segunda un sitio lleno de retos donde las decisiones tenían un peso substancial, y la tercera mostraba un mundo decadente y lleno de tintes grises, algo nuevo en una historia que hasta entonces se había mantenido juvenil. Cabe destacar el hecho de que las dos primeras partes están constituidas principalmente por pedazos e ideas de todas las partes anteriores, con uno que otro detalle nuevo y algunos descartados, incluyendo también nuevos segmentos para aclarar algunas lagunas y otras para crear otras. La última parte era una historia completamente nueva que narraba la más grande aventura de Falcon: una afrenta contra las profecías divinas del fin del mundo, concluyendo con un viaje al mismo infierno en pos de enfrentarse en persona a los dioses que escribieron dichas revelaciones. Debo mencionar que esta versión es la más negativa de todas, pues, para dar un ejemplo, Falcon se suicida en una parte de la historia, cediendo el protagonismo a los demás.
Dos años duró esta pesimista historia, antes de que superara un periodo gris y decidiera darle a la historia el final que se merecía. Así nació en el 2008 "Sanctasanctorum", sexta versión de la historia, esta vez mucho mejor trabajada y aplicando los conocimientos adquiridos hasta entonces de redacción. Dividida en siete libros, la historia contaba los hechos a partir de lo que sería el tercer segmento de la versión pasada (solamente el lado "maduro", por así decirlo), agregando otras situaciones y una multitud de nuevos personajes que daban una nueva visión a la trama. Esta vez Falcon sobrevivía a su arranque de depresión, enfrentándose finalmente a los dioses y descubriendo el sanctasanctorum. Como dato curioso, esta versión ignoraba por completo los sucesos anteriores, tomándolos solamente como recuerdos en las partes donde eran necesarios.
Espero no haberlos cansado, pero hemos llegado al 2009, año en que la novela sufrió su último cambio definitivo. La lista de libros quedó en cinco, agregando uno con las historias eliminadas en la versión anterior. Ahora la lectura es menos pesada que en otras versiones (ahora sí tomaba en cuenta al lector) y Falcon pierde en gran parte el control de su historia, girando ahora en torno a todos los personajes que nacieron a su lado. Llena de reflexiones y pensamientos propios y ajenos, "Aries" (título final de la saga) es un relato que narra la vida antes de la vida, una historia previa a la que conocemos, donde la razón vaga entre lo que se ve y lo que se siente. Llena de sentimentalismo, es el fruto de mi juventud, la cual me encuentro por fin transcribiendo a la computadora y que espero en breve terminar.
Muy pronto publicaré aquí, en Lunae Clarum, un segmento de la historia a razón de introducción, escrito especialmente para dar a conocer mi mundo imaginario. Si les gustan las historias largas, reflexivas, llenas de detalles y con un toque de humor de todos colores, yo creo que Aries te agradará.
Sin más, y luego de tan larga entrada, me despido. Hasta otra.