jueves, 7 de octubre de 2010

Mundos ajenos

Tengo un tiempo revisando una página muy interesante. Una de esas tantas en las que cualquier persona, previo registro, tiene el derecho a publicar cuanto escrito le venga en gana, ya sea para presumir sus dotes de "escribidor" o simplemente recibir retroalimentación por sus trabajos... una página de fics, pues. El principal propósito de esto fue dar a conocer el inicio de la historia que tanto tiempo he mantenido celosamente guardada, y que ya lleva siete años cosechándose (desde el 2003), esperando las reacciones y críticas de todo aquel que se dignara a leerla.
Y pues como ser humano común y corriente que soy, llegué a la conclusión de que nadie leería mi historia si yo no hacía lo mismo con las ajenas (el clásico: haz por el prójimo lo que quieres que éste haga contigo). Fue entonces cuando comencé a adentrarme en mundos e historias ajenas, buscando títulos que llamaran mi atención, resúmenes que denotaran un estilo de redacción aceptable (el mío no es perfecto, pero uno se encuentra con cada "joyita" en esos lugares... para mayor información al respecto, leer la entrada anterior) o simplemente que tuvieron algo que me atrajera inevitablemente a dedicarle unos minutos de mi tiempo. Es preciso aclarar que solamente me dediqué a la zona de relatos originales, ¿Por qué? Simple y sencillamente no me gusta el fanart y todo lo que éste envuelve.
Una tras otra, las historias mostraban lugares y personajes tan distintos como extraños, desde mujeres peliazules, hombres ojirosas y escuelas de espionaje en otro planeta, hasta sujetos de lo más común que mataban sus días fingiendo estudiar en una escuela. Leí alrededor de unos siete, comentando en cada uno lo que me parecía y lo que no (del modo más ligero posible, esperando no herir la "sensibilidad" del artista). Una vez terminada mi labor, me dispuse a ir a mi perfil, a observar el fruto de mi arduo trabajo. Un clic a la pestaña de "comentarios", y pude ver mis "gotas de sabiduría" rociadas por el mundo virtual... notando cierto detallito general hasta ese momento.
¡Todas las historias cumplían el mismo patrón! Por Dios, la falta de imaginación en el mundo está creciendo cada día más. Con un par de neuronas funcionales, cualquier persona es capaz de entrar a alguno de estos sitios, elegir el relato de su preferencia, y encontrarse con la fantasía adolescente de un sujeto con exceso de tiempo libre, plasmada bellamente con un pequeño número de detalles cambiados, como el nombre de la escuela a la que acude (cambiar Juan Perez por John Pierre no es lo más sabio que pudieron haber hecho...), los exorbitantes nombres de sus "amigos" (si es que tienen alguno en la vida real) o inclusive a lo que se dedican (no es igual de interesante decir que estudias para abogado que para proteger al universo de un enorme mal, ya sea como espía, astronauta o ninja). Uno tras otro, estos relatos muestran vidas de personas normales, maquilladas para ser supuestamente interesantes, con tintes de las caricaturas japonesas de su preferencia, pero al fin y al cabo no enseñan más que una completa falta de inspiración, de ganas de querer mostrar al mundo algo más de lo que consume día a día.
Digo esto con una profunda decepción, puesto que esperaba encontrar entre el ciberespacio a los próximos Poe, Lovecraft, Wilde o Cervantes (grandes maestros de las letras en mi opinión personal), pero me topo solamente con intentos frustrados de querer ser el chico de cabellos multicolor que vieron en televisión o la princesa hermosa, fuerte e inteligente que salvará al mundo sin nada más que su belleza y un conjunto ajustado y sexy.
Debo aclarar que no estoy generalizando. Estoy seguro que por ahí deben de andar grandes escritores con una fuente inagotable de ideas; personas incomprendidas que esperan ser encontrados y acogidos con el respeto que merecen, mostrándonos tramas que nos harán sufrir y disfrutar a partes iguales, llevándonos a sitios que no pensábamos conocer ni en sueños, y presentándonos personajes que podremos considerar amigos íntimos, con los que nos sentiremos identificados.
Pero, mientras tanto, podemos jugar un poco en los mundos ajenos, donde ellos son los dioses de su propio universo, deseados por todos y tocados por nadie, donde la oscuridad es solamente un pretexto para hacer brillar todavía más al protagonista, cuyo nombre es tan grande que hace retumbar los cielos y a la tierra regocijarse. Unos son reyes, otros se conforman con guerreros todopoderosos, puede incluso haber el genio que decide hacer de su alter ego un dios omnipotente al que, pobre del que lo vea, será consumido por una luz desintegradora por tal pretención. Hay quienes deciden centrarse en la "realidad" (normalmente son chicas), y solamente se dedican a hacer un cuento de hadas donde, por una "casualidad" del destino, conocen a su cantante/artista favorito, y este pobre incauto cae perdidamente enamorado de ella, ya que, obviamente, en ese mundo bizarro ella canta como los ángeles, baila como odalisca o su belleza opaca la de cualquier flor. Hablar de su ortografía y redacción es un enorme caso aparte, del que no tiene caso hablar... es simplemente deprimente.

Sin más que decir, me despido por el momento...

PD: Un enorme caso aparte son los Gary Stu y las Mary Sue... un tristísimo punto y aparte del que preferiría no hablar, al menos por ahora. Quien sabe, tal vez en otro momento que sienta ánimos para entrar en mundos todavía más extraños.